"Si sabes esperar, la gente se olvidará de la cámara y entonces su alma saldrá a la luz" (Steve McCurry)

Al contrario de lo que su nombre podría sugerir, este blog habla de una idea que tuve y que poco a poco fue saliendo de mi cabeza para convertirse en novela. Publicada por Algón Editores (colección "Añil")

lunes, 21 de mayo de 2012

"A la cámara le gustas..."

Es indudable que hay ciertas personas que poseen una fotogenia especial, es decir, que siempre quedan bien ante la cámara; otras, sin embargo, parece que asustan al objetivo y pocas veces salen bien en las fotos...

La fotogenia es precisamente lo que fascina a la protagonista de la historia (recordar que, de hecho, es una de las cualidades que utilicé para retratar a los personajes), y que le llevará a idear un proyecto particular para poder captar lo que las personas son capaces de transmitir a la cámara; ella será una simple intérprete, el ojo que visualice esa fotogenia, el que encuadre y decida darle al botón. La cámara hará el resto.

Sabía que muy poca gente, por no decir nadie, podía sentir lo que ella sentía como si vieran a través de sus ojos. Tenía una relación muy estrecha con su cámara, a veces como si fueran una, y aquellas fotografías “especiales” que se guardaba para sí eran como su secreto común, su tesoro común, entre la máquina y ella. En esas instantáneas extraía parte del alma de lo que fotografiaba y lo guardaba para poder contemplarlo y sentirlo siempre que quisiera.

Creo que esta búsqueda del alma reflejada en una instantánea obsesiona demasiado al personaje, hasta tal punto que hay momentos en los que parece guiarle hacia un extraño camino, lo cual irá conformando la historia.  Así, va desechando a aquellas personas que parecen ser invisibles para el objetivo, y comienza a sentirse fascinada por quienes enamoran de un modo u otro a su cámara como si ésta tuviera vida propia.

Quería haber planteado en alguna parte de la novela esa creencia que tienen algunas tribus indígenas sobre que las cámaras consiguen robar el alma de la gente, pero no encontré mucha información al respecto y no pude profundizar demasiado en el tema. Sin embargo, la protagonista llega a plantearse si podría ser verdad.

[...] seria una trama perfecta xa 1 peli de terror [...] Ya imagino la sinopsis: una fotógrafa q tratando de captar la fotogenia de las personas, es capaz de absorber sus almas y hacerlas suyas [...] Mola eh? Tú te qdas con sus almas...

¿Vosotros qué creéis? ¿Se podría extraer el alma de una persona a través de su fotogenia y guardarlo en un trozo de papel o en un archivo? ¿Es ese, acaso, el misterio de lxs grandes fotógrafxs?

miércoles, 16 de mayo de 2012

¡Calienten la rotativa! (¿o no...?)

Este post es para darme un poco de ánimo y no perder la ilusión, ya que esta misma mañana me han escrito de una de las editoriales a las que envié la novela. La persona que se ha leído la historia (tercera lectora, por cierto) me ha dado una valoración positiva, pero aún hay que esperar a saber la opinión de sus compañeros. No quiero lanzar campanas al vuelo ni hacerme demasiadas ilusiones, sin embargo dicen que soñar es gratis, y por supuesto no quiero perder la esperanza. Así que ¿ponemos en marcha la rotativa?

Gracias a los que estáis apoyando mi proyecto :-)

lunes, 14 de mayo de 2012

Alguien como tú

Por si os lo estabais preguntando: sí, el título del post se refiere a la canción de Adele Someone like you. He de decir una cosa a mi favor: me fijé en esta canción mucho antes de que empezara a sonar incansablemente en las radios y televisiones varias. Y ahora quiero utilizar la temática de la que se habla en la canción para mencionaros otro de los temas que se trata en el libro (aunque a menor escala): el amor y, como consecuencia, el desamor. 

Al día siguiente, sintió que la melancolía había llamado a su puerta. Tras una larga noche dando vueltas en la cama y durmiendo a intervalos, se levantó con un ligero dolor de cabeza y la sensación de añorar tiempos pasados en los que no había tanto silencio a su alrededor.

A veces los sentimientos surgen sin previo aviso y te pillan por sorpresa, y a veces también te encuentras con un muro que quiere pararte los pies. Pero sientes que no puedes girarte y hacer como si nada, aún tienes esas mariposas en el estómago, por mucho que te digan que tienen que desaparecer. Como dice la canción de Adele: a veces el amor perdura y a veces solo duele (algo así, es una traducción libre...) Puedes ser correspondidx o puede que te cierren la puerta en las narices, pueden hacer que te confíes y cuando menos te lo esperas te echan a patadas, es la eterna sensación de sentir que no eres suficiente. 

[...] había otros recuerdos que a pesar del dolor aún le sosegaban. Como aquella vieja caja del armario. Aún estaba precintada, pues hacía mucho que no indagaba en su interior. Sabía que ahora estaba preparada para hacerlo. Así que rompió el precinto y después se dejó envolver por aquella marea de recuerdos y sensaciones olvidadas. Y sonrió, recordando que en alguna época de su vida había conseguido ser realmente feliz.

No pretendí en ningún momento introducir componentes románticos en la novela, más que nada porque no venían al caso; y así, en la primera versión no hay ningún trasfondo amoroso que vaya más allá de la atracción y la sexualidad. Sin embargo, cuando empecé a dar forma a la segunda versión de la historia, y decidí contar un poco más acerca de la protagonista, surgió un personaje del que pensé que podría dar algo de juego aunque fuera en la sombra.

Una vez tuve claro en qué momento había sido importante, cuándo aparecería y de qué modo, fui metiendo pequeñas puntadas del personaje en cuestión. Y cuando volví a escuchar por casualidad la canción de Adele, entonces me di cuenta de cuánto parecido guardaba con lo que yo había pensado... Os aseguro que no me inspiré en ella, pero a la hora de escribir uno de los capítulos sí dejé que me influyera un poco, ya que parecía que la letra concordaba con lo que yo tenía pensado.

Os dejo el vídeo de la canción, y podéis vincularla como queráis con la novela, que para eso está la imaginación...


domingo, 6 de mayo de 2012

"Sex on fire", Kings of Leon

Cuando escribí el anterior post hablando sobre el tema del sexo como elemento importante en Fotografiar la lluvia, se me olvidó incluir al final de la entrada el vídeo de una canción que perfectamente podría sonar de fondo en alguno de los momentos sexuales de la historia. Mientras escribía algunas de dichas escenas, traté de no recrearme demasiado en los detalles para evitar el morbo, aunque hubo un amigo que me aconsejó que subiera el tono de alguno de esos momentos; sin embargo, pensé que no quería ser demasiado explícita, aunque entiendo que actualmente este tipo de morbo parece mover bastante el negocio, y tal vez si alguna editorial se mostrase interesada en publicar la novela también me aconsejaría subir el tono, sobre todo según va avanzando la historia y se va calentando el ambiente. 

Nunca he sido demasiado detallista en los momentos amorosos cuando los he descrito en alguna historia, y mucho menos sobre los encuentros sexuales, creo que de hecho en Fotografiar la lluvia es la primera vez que trato el tema de una forma más natural y a la vez superficial, tratando de no caer ni en romanticismos ni, como comentaba antes, en el morbo.

En ningún momento del proceso de creación de la novela me dio por asociar la canción de Kings of Leon "Sex on fire", pero una vez terminé la segunda versión, y volviendo a escuchar esta canción,  me di cuenta de lo mucho que encajaba en algunos de esos momentos más tórridos, así que podría incluirla perfectamente en su banda sonora. Os dejo a continuación el vídeo por si no la habéis escuchado o por si os apetece volver a hacerlo. Lo demás, lo dejo a vuestra imaginación...


Hot as a fever 
Rattling bones 
I could just taste it 
Taste it 

If it's not forever 
If it's just tonight 
Oh it's still the greatest
The greatest

miércoles, 2 de mayo de 2012

El sexo como fin... o como principio

El título de esta entrada no es un reclamo, aunque lo parezca, ya se sabe que la palabra "sexo" mueve montañas, mueve dinero, mueve muchos intereses, y mueve muchas cosas más. Pero no. Se trata de un tema que mantenía guardado en el bolsillo para hablar de él en algún momento, según fuera avanzando el blog. Y es que el sexo es otro jugador relevante que mueve ficha de algún modo en la novela.

En palabras de uno/a de los/as personajes: también me gusta el sexo, como a todo el mundo, o a casi todos.

Hay ocasiones en las que nos relacionamos con otras personas sin buscar realmente nada a cambio, pero a veces sabemos muy bien qué es lo que estamos esperando de alguien en concreto, si nos mueve algo de tipo sentimental o sexual, si la persona nos atrae o despierta en nosotros/as algún tipo de emoción. Puede ocurrir que queramos conocer a alguien directamente para mantener una relación, no tiene por qué ser sentimental sino más bien únicamente sexual. En este punto, el sexo sería el fin entendido como objeto o motivo que nos empuja a hacer algo. Lo adornamos, lo llenamos de pasos previos para conocer un poco, tal vez, a la otra parte interesada, pero cuando ese límite se cumple y somos conscientes de que era lo que queríamos, o no, podemos caer en la frivolidad.

[...] desde el principio el sexo entre ellos había sido un fin demasiado evidente, porque eso era precisamente lo que ambos estaban buscando cuando decidieron conocerse. Y, tal vez, porque estaba claro que en el fondo no buscaban ser amigos, sino amantes

Pero a veces llega a nuestra vida alguien de quien no esperamos que vaya a cambiar en absoluto nuestra rutina, de pronto surge algo, inesperadamente, y aunque no estemos muy seguros/as de si nos hemos precipitado en nuestros actos, se tambalean nuestros planes. Creemos que es algo superficial y, sin embargo, se trata de un principio.

No quería dar demasiadas vueltas a lo que había pasado la noche anterior, pero no podía evitar recrearse en algunos momentos, entonces la piel se le erizaba y se le hacía un nudo en el estómago. No quería sentirse así, pero no podía evitarlo

El sexo puede mostrarse como algo frívolo, tal vez espontáneo, o buscado, sumiso o provocativo, puede dar un giro y pasar de ser superficial a convertirse en un impulso, lo llamamos de forma despectiva y poco a poco suavizamos nuestras palabras. Puede ser un fin buscado o un principio inesperado...